Problemáticas en la inserción social

Durante la segunda sesión con la inserción social como tema a tratar, hemos trabajado otro artículo relacionado con esta misma cuestión: Marcelo, C. (2007). Empezar con buen pie: inserción a la enseñanza para profesores principiantes. Docencia.

El proceso de inserción al mundo laboral como docente es un periodo de adaptación en el que se ponen en práctica los conocimientos adquiridos durante la formación inicial, es cuando los docentes pasan de alumnos a profesores, aunque el aprendizaje nunca finaliza, ya que su deber es enseñar pero también aprender a hacerlo. 

Estos primeros años, los primeros pasitos, son los más difíciles, puesto que los maestros novatos experimentan un choque con la realidad y la cultura de las escuelas, no la conocen y deben habituarse a ella. En ocasiones, por ejemplo, al ser profesores principiantes se les asignan clases más complejas, cosa que produce que tengan de enfrentarse a situaciones con las que no contaban o que creen que no pueden dominar, y es aquí cuando tienen que conseguir adaptarse.


Foto de Jukan Tateisi en Unsplash

El problema es que, en la mayoría de casos, ese periodo lo realizan sin ayuda alguna, no se le da la importancia que merece y esto puede acabar afectando a su futuro como docentes. En el artículo, Marcelo afirma que “la calidad de la experiencia profesional en los primeros años de docencia se entiende en estos momentos como de una influencia determinante en la probabilidad de abandonar la profesión docente. Los programas de inserción y apoyo a los profesores principiantes pueden mejorar los porcentajes de retención de profesores, mejorando la eficacia y la satisfacción de los profesores principiantes con la enseñanza” (Marcelo, 2007). 
Así pues, además de haber tenido una formación inicial de calidad, es necesario que el periodo de inserción se convierta en un proceso reflexivo, de innovación, crecimiento e indagación, para poder así crecer y desarrollarse como docentes. Para ello, se ha de reforzar el acompañamiento en este proceso, que la escuela y las demás instituciones educativas crean en el apoyo a los profesores principiantes y en el compromiso con los mismos, puesto que un programa bien estructurado e implementado con la participación de las personas (como los mentores o los mismos compañeros de trabajo) y organizaciones educativas correspondientes, así como el acceso a los recursos necesarios, hará posible el establecimiento de los adecuados vínculos entre la formación inicial y la formación contínua del profesorado.


En definitiva, convertirse en un profesor es un largo proceso, es evidente que no lo seremos de un día para otro, pero la manera en que experimentemos nuestro periodo de inserción será clave a la hora de determinar si seremos unos profesores frustrados o, por el contrario, adaptativos y motivados. Sin embargo, hasta que no se resuelva la problemática de la poca implicación y compromiso que la escuela tiene con el profesorado principiante, este continuará desarrollándose individualmente y limitando sus posibilidades de crecimiento y aprendizaje, cosa que pienso que esta imagen muestra a la perfección.


Foto de Philippe Bout en Unsplash


REFERENCIAS:


· Marcelo, C. (2007). Empezar con buen pie: inserción a la enseñanza para profesores principiantes. Docencia.


Fecha de la sesión: 27/09/2022


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